El hombre más leído del mundo (Matthew Carter).
Diseño y Tipografía
Nacido en Londres en 1937, Matthew Carter ha dejado una huella indeleble en el mundo del diseño y la tipografía. Hijo del distinguido tipógrafo Harry Carter, Matthew creció inmerso en el arte y la técnica de la impresión. Sin embargo, fue su propia pasión y talento lo que lo llevó a convertirse en una figura emblemática en este campo.
Su impacto en la tipografía
Desde temprana edad, Carter mostró un interés innato por la tipografía. Su primer paso significativo en este viaje fue en 1955, cuando tuvo la oportunidad de trabajar en Países Bajos, bajo la tutela de Paul Rädisch. Esta experiencia le permitió desarrollarse en el mundo del punchcutting (Punzones), sentando las bases para su carrera.
El año 1961 fue un hito crucial en la trayectoria de Carter, cuando logro esculpir su propia versión de la tipografía seminegrita Dante, donde demostró su destreza y creatividad. A partir de entonces, su carrera despegó con una serie de logros notables.
Carter no se conformó con seguir los pasos de su padre, sino que se aventuró en nuevos territorios. En Londres, se convirtió en consejero tipográfico de Crosfield Electronics, una empresa dedicada al procesamiento de imágenes electrónicas para la impresión. Más tarde se unió a Mergenthaler Linotype en Nueva York, donde diseñó una variedad de tipografías innovadoras, incluida la icónica Bell Centennial para Bell Telephone en su centenario.
Su influencia se extendió más allá de la tipografía tradicional. Carter diseñó tipos para publicaciones de renombre mundial como Time, Washington Post, New York Times, y muchas más. Su capacidad quedó patente cuando en 2007 creó una nueva variante de la fuente Georgia para la interfaz gráfica de usuario de la Bloomberg Terminal.
La punta de su carrera
Uno de sus mayores legados es su colaboración con gigantes tecnológicos como Microsoft y Apple. Carter fue el cerebro detrás de las populares fuentes Georgia y Verdana, diseñadas específicamente para una óptima legibilidad en pantallas de ordenador. Su enfoque innovador, que priorizaba los bitmaps sobre las curvas, demostró que tenía una gran habilidad para resolver problemas en tecnología con un background en diseño.
A lo largo de su carrera, Carter defendió un equilibrio entre la tradición y la innovación. Valoraba una formación sólida tradicional en tipografía, pero, también estaba abierto a las oportunidades que ofrecía la tecnología moderna a la experimentación y la creatividad.
No podemos negar que Matthew Carter dejó una marca difícil de quitar en el mundo del diseño y la tipografía al resignificar la relación de los desafíos de la era digital con la forma diseñar tradicional. En mi opinión, su trayectoria es el claro ejemplo de la adaptabilidad al cambio y de la mente abierta que impulsa la evolución.